VIENTO A FAVOR

En  15 días las cosas poco a poco han cambiado mucho, el tema laboral ha mejorado bastante, Ali está muy valorada y le han mejorado el sueldo, además su jefe me ha ofrecido un trabajo por las mañanas promocionando a sus hijos que son jóvenes y talentosos pilotos del mundial de enduro para que no se fuese, por las tardes sigo en la Academia de tenis, adaptándome poco a poco con las clases de acá.

Otro aporte importante ha sido el cambio de casa momentáneo, dejamos la cabaña el día 15 de mayo, y ahora estamos en un moderno y gran edificio en un departamento de una habitación, pero está muy acondicionado, tiene absolutamente de todo, la comodidad y bienestar ha aumentado considerablemente. Además la edificación cuenta con una buena piscina, varias salas para poder reunirte y celebrar fiestas con amigos, también tiene un aparente gimnasio para entretenernos ahora que empieza el duro y nebuloso invierno y dos barbacoas en la azotea (en la 23ª planta) con excelentes vistas de toda la ciudad y de la cordillera andina, que comienza a teñirse de blanco tras las primeras nevadas, esperemos que nuestro piso 13º no acuse demasiado los constantes temblores que se registran por estos lares.

La habitación de nuestra nueva casita.

Otro detalle de la casa.

La típica "vista" desde la terraza por las mañanas.

La típica vista desde la terraza por las tardes.

Degustando un vino de la zona en un espectacular día.

Una de las barbacoas en la azotea.

Vistas desde la azotea, con los blancos andes al fondo.

Otro incentivo con el que contamos es la maravillosa familia Henriquez-Contreras, nos han ayudado muchísimo, sacado de la rutina y nos han mostrado otra forma de ver la zona. Hemos salido varias veces a cenar con ellos, nos han llevado a su maravillosa y preciosa casa en el Lago Colbún, donde pasamos un estupendo y genial fin de semana junto a sus adorables y entrañables niños, Clemente, Máximo y Facundo. El martes 21 de mayo fue festivo en Chile y quedamos con ellos a jugar al tenis en un igualado dobles mixtos, después nos invitaron de nuevo a comer a su casa y en la tarde visitamos  “El Amaro”, el lindo viñedo de Cuto (el papá), con sus coloridas viñas bajo la cordillera andina tintadas de la tenue y maravillosa luz  del otoño en la lenta y pausada caída del sol, descubrimos junto a la experta Gabriela los secretos del vino, su laboriosa y delicada elaboración y pudimos degustar toda clase de vinos directamente de las cubas y barricas en una experiencia extraordinaria, gracias de corazón por como os habéis portado con nosotros,  siempre seréis parte de nuestra aventura y esperemos conservar esta amistad para siempre.

  

Paseo por el Lago a media mañana.

La famosa niebla aparecía y desaparecía por momentos.

Imagen tenebrosa del Lago con la intensa niebla.

Con la familia casi al completo.

Disfrutando del buen tiempo y la buena compañía.

Tomando el aperitivo con los estupendos vinos "El Aromo".

Facundo, el sonriente y pequeño de la casa.

Paseo por la tarde alrededor del Lago.

Sobre las barricas en el viñedo El Aromo.

A continuación os mostramos los estragos que dejó en la ciudad el terrible terremoto de 2010, que aunque el país se recuperó muy rápido, esta ciudad todavía tiene algunos edificios que nos enseñan la destrucción que la tierra es capaz de realizar con este tipo de fenómenos.

Fachada del antiguo mercado.

Diferentes edificaciones dañadas en el centro.

El puente viejo.

El fin de semana viajamos de nuevo Santiago, han llegado nuestros títulos sellados, por fin podremos obtener una visa para un año y olvidarnos por un tiempo de los papeles para regularizar nuestra situación, aunque aún quedan varios trámites más que realizar acá, pero ya se ve el final, GRACIAS ROBER (Y AL RESTO DE LA FAMILIA) POR TODO VUESTRO ESFUERZO Y AYUDA y gracias de nuevo a toda la familia por vuestro apoyo y comprensión en los momentos más delicados.

Una vez más, la familia Flaño nos acogió maravillosamente y amorosamente en su casa, (es un gusto compartir momentos con vosotros),  además ellos se encargaron de recoger nuestros documentos que nos enviaron desde España. Ojalá algún día podamos devolveros todo lo que estáis haciendo por nosotros.

Compartiendo una velada más con Cecilia, Jaya y Andrés.

También tuvimos la grata sorpresa de poder coincidir con Gonzalo, (un amigo de la infancia de Beleña), y pasar un grato fin de semana degustando comidas chilenas y compartiendo  anécdotas y charlas, cosa que nos sentó genial, porque llevábamos muchos meses sin tener una conversación en vivo y en directo con amigos o familiares. Gracias por estos días y por traernos algunas cosas para superar el bravo invierno.

 Con Gonzalo, en el mercado Central de Santiago.

Como en la travesía de Colón a estas tierras los vientos van y vienen, esa sensación es la que estamos sintiendo, unos días consideramos el regreso seriamente cuando el fuerte y tedioso viento se opone a nuestro camino, y otros, las velas nos impulsan suavemente hacia delante en busca de nuevas cosas que descubrir.


Seguimos la travesía.