jueves, 2 de enero de 2014

LOS ULTIMOS RINCONES CHILENOS


Por segundo año consecutivo desde Sudamérica FELIZ 2014.

Hoy 1 de enero de 2014 es el primer día que descansamos y tenemos tiempo para actualizar el blog desde que salimos en ruta hace 15 días. Estos dos días, a pesar de estar en verano, han estado muy lluviosos y no nos ha permitido hacer nada excepto celebrar la Nochevieja con una familia chilena arropados del temporal en su cálida casa en Puerto Fuy.

A pesar de la inaccesibilidad de algunos Parques Nacionales y el no estar todavía en temporada alta veraniega lo que reduce mucho la cantidad de autos, hemos podido ver la mayoría de ellos. 

Tras una larga jornada en camión desde Talca, llegamos a Cañete, una de las entradas hacia el P.N. Nahuelbuta, donde tuvimos que hacer noche para intentar subir a la Piedra del Águila, que es un mirador natural y la estrella de este Parque. Nos separaban aún unos 50 km. por pista de tierra y aunque logramos acercarnos un poco, no hubo posibilidad de llegar al destino.

Una vez que abandonamos la cordillera de la costa, teníamos que cruzar el país por su parte angosta hasta la cordillera andina para ir al P.N. de Tolhuaca y la Reserva Nacional de Malleco. Esta zona destaca por ser asentamiento de los indígenas Mapuches y por su riqueza forestal, donde predominan bosques nativos de coigües, lengas y araucarias.

De nuevo surgió la magia de Chile, una fabulosa familia alemana-chilena, nos acogió en su impresionante casa rodeada de jardines y árboles maravillosos, en un enclave inmejorable con sus plantaciones de trigo, avena y raps o canola (para hacer aceite con omega 3). Tomar las "once" (merienda-cena típica) y charlar hasta bien entrada la noche con ellos, fue muy interesante y entretenido.  

Con Guillermo y Úrsula.
Aquí visitamos el zigzagueante salto de "la culebra" y la laguna Malleco, que en sus 12 km. de ida y vuelta no vimos absolutamente ningún vehículo ni persona. Unos metros más abajo del final del Lago se ubica el espectacular y precioso salto de 49 mts. de Malleco, con una enorme poza verde rodeada de musgos que forman gota a gota cortinas de agua a su alrededor.

Retornamos para ascender el empinado y duro sendero a la Laguna Verde, donde pasaríamos la noche iluminados por la luna llena y arropados por un gran bosque de centenarias araucarias.

Vistas del volcán Llaima, mientras esperábamos para subir a Tolhuaca.
Iniciando la ruta hacia el salto de "la culebra".
Llegando a la Laguna de Malleco.
Las típicas y nativas araucarias.
Rodeando Malleco.
Los 49 mts. de caída de Malleco.
Primer plano de una araucaria.

Atardecer en la Laguna Verde.

Descendiendo de la Laguna Verde, con el Lago Malleco al fondo.
Nuestro campamento a orillas de la laguna Verde.
Conguillío es uno de los Parques más visitados de Chile, su gran afluencia es bien merecida, porque posee impresionantes panorámicas además de ser el Parque más representativo de la araucaria chilena. Tiene variados ambientes, profundos valles, lagos y lagunas, volcanes con sus rastros de ceniza y lava y espectaculares bosques milenarios de araucarias. 

Accedimos al Parque por el sector de Curacautín, para poder ver en primera fila las tremendas lenguas de lava y piedra volcánica que han dejado las múltiples explosiones del gigante volcán Llaima.

Encima de los restos volcánicos.

Después, con mucha suerte y mucho esfuerzo llegamos a la Laguna Captrén en cuyas aguas hay enterrado un bosque nativo, que hace especial y místico este lugar.

Laguna Captrén y Sierra Nevada al fondo.

Continuamos hasta el gran Lago Conguillío, con sus aguas azules y cristalinas. Tras instalarnos en el camping fuimos a dar un placentero paseo al atardecer en kayak en sus tranquilas aguas, para ir a  visitar 3 enormes cascadas que se encuentran en la orilla noroeste del Lago. La más espectacular se encuentra metida en un circo que se comunica con el Lago por un estrecho brazo y que tiene su origen en un gran hueco redondo horadado en la roca. 
El Lago Congullío.





A la mañana siguiente realizamos la ruta de "Sierra Nevada", un cordón montañoso desde el cual divisamos una de las mejores vistas de todo el viaje. Las magnificas aguas del Conguillío, las numerosas cascadas que embellecen el ambiente de montaña, los grandes bosques de araucarias y los imponentes picos nevados de los volcanes Llaima en primer plano y Villarrica al fondo.
Reflejos del cordón de Sierra Nevada.
Uno de los nutrientes del Lago Conguillío.
Vistas del gran Llaima desde Sierra Nevada.

Araucarias con el volcán Villarrica al fondo.



Por la tarde y antes de salir del Parque, visitamos las Lagunas Arco-iris y Verde, recorrimos el sendero del cañón Truful-Truful, que nos muestra una interesante historia geológica del sector y cuenta con un llamativo contraste de zonas de antiguas lavas, bosques nativos y el volcán Llaima siempre omnipresente.

Laguna Verde.
Las 2 chimeneas del volcán y sus más modernas erupciones.
Salto del Truful-Truful.

La ruta de los P.N. continuaba y ahora nos dirigíamos de nuevo a la carretera austral, esta vez desde Puerto Montt seguimos bajando por el lado más pegado al macizo montañoso andino. Aquí dejamos las fotos de Puerto Montt y alrededores.




En esta zona tuvimos el placer de conocer a Eugenio, que nos ayudó muchísimo durante los dos días que recorrimos el boscoso P.N. Alerce Andino, dándonos alojamiento en su recién adquirido fundo e incluso haciendo de taxista por las solitarias pistas de acceso.


Con Eugenio a la entrada de su inmensa propiedad con el  volcán Calbuco.

Este Parque fue creado para proteger el bosque de alerce, especie endémica declarada Monumento Nacional Natural, cuya belleza escénica de su paisaje boscoso y sus lagunas de montaña entre la selva, dotan a este lugar de una hermosura sin igual. 

Aquí realizamos un sendero que lleva de la Laguna Sargazo a la Laguna Fría, por un camino muy acondicionado y bien cuidado, manteniendo en todo momento la armonía del paisaje y sin utilizar ningún material que no provenga del mismo entorno. 

Antes de comer en la Laguna Fría.


Uno de las muchas obras hechas con la propia madera del Parque.
En la playa de la Laguna Sargazo.
Playa de troncos arrastrados por la corriente y el viento.
Por último pudimos ver el Parque Nacional de Hornopirén, bastante difícil de acceder ya que se encuentra en una zona geográfica muy abrupta. Comienzas en la carretera austral para luego realizar una travesía en barcaza por el estuario de Reloncaví y de nuevo recorrer 107 Km por ripio hasta llegar al pueblo de Hornopirén donde empieza realmente lo complicado, llegar a la entrada del P.N y además en Nochebuena. Desde el pueblo hay que remontar una solitaria pista de unos 18 km por los que no pasa casi ningún vehículo y a partir de aquí, hay que andar otros 7 km de subida hasta el inicio del Parque y de ahí aún quedan unos 3 km hasta el Lago Pinto Concha, donde nos relajamos tumbados al sol de la patagonia.

Lago Pinto Concha.



Bosque de Alerces antes de llegar al Lago.


Cordillera patagónica del Pacífico. Camino al P.N.



Hornopirén fue este año el bonito lugar donde pasamos Navidad, un precioso paisaje con ríos y fiordos modelados por procesos tectónicos, volcánicos y glaciales que han originado este singular paraje de abruptas y elevadas montañas con angostos y profundos valles por donde se deslizan transparentes ríos.
Patos en muelle de Hornopirén.


El transbordador que nos llevará a la primera parte de la bimodal.


La costanera con el volcán Yates al fondo.


La plaza de Armas con sus adornos navideños.

Continuamos hacia el sur por la llamada bimodal (tramos alternos entre mar y tierra) hasta Chaitén y de  ahí continuar a Futaleufú y pasar al lado argentino para ver su región de Los Lagos.


3 comentarios:

  1. En 2 palabras Im Presionante, Un abrazo y feliz año.

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  2. Hola Feliz 2014!!! vosotros si que sabéis disfrutar las navidades!!!

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  3. HOLA SOY FACUNDO JACINTO. PRECIOSOS PARAJES Y MAGNÍFICAS FOTOS. MUY BONITO CHILE, LA VERDAD.
    ÁNIMO, YA OS QUEDA POCO PARA REGRESAR. AQUÍ OS ESPERAMOS CON LOS BRAZOS ABIERTOS.
    CHAO.

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