jueves, 1 de noviembre de 2012

DESCUBRIENDO EL NORTE DE PERÚ



A la llegada a Chachapoyas, punto de partida de varias excursiones, todo cambia para bien, podemos decir que es una zona fantástica donde la gente es muy atenta, les gusta charlar e informarnos de los lugares que podemos ver, actividades que podemos realizar, además de ser una parte del país muy tranquila y segura, donde la mayoría son pueblitos pequeños con lugareños entrañables.

En cuanto al paisaje, estamos rodeados de montañas de entre 2 y 3 mil metros, con cuantiosa vegetación, ayudan las muchas cascadas que se desploman por las laderas, ríos muy caudalosos que van a dar al Amazonas, carreteras zigzagueantes al borde del abismo y un sinfín de aves que son las únicas que alteran la paz reinante.
La primera ruta fue hasta la catarata de Gocta, la tercera más grande del mundo, con 771 metros de caída en dos escalones. Son 6h de caminata por una selva de altura, con mucha humedad, colibrís sobrevolando nuestras cabezas, tucanes que no se dejan ver pero si oír  y otros pájaros que no conocemos su identidad. Nosotros fuimos directamente a la primera caída (231m), que no ves hasta que notas las gotas que despide en su voraz choque contra el suelo, el deseo de acercarnos a ella nos hace subir por unas resbaladizas escaleras de madera que nos sitúan al pie de la cascada, empapándonos por completo.

Antes de dirigirnos al segundo salto, cogemos un camino que nos lleva al desplome de la segunda catarata (540m) y vemos el impresionante acelere del agua en busca del enorme precipicio que se abre a nuestros pies.
A continuación pasamos por un maravilloso mirador donde se puede contemplar la majestuosa cascada en todo su esplendor, además del gran circo que la rodea que también esta abarrotado de espectaculares cascadas. Bajamos por la empinada calzada en busca de la segunda caída. ASOMBROSA, IMPRESIONANTE, EXTRAORDINARIA,  todos los adjetivos se quedan cortos,  escuchar y ver este enorme descenso de agua es una gozada. Como estamos solos decidimos ir en bañador hasta la base, ya que sabemos que nos vamos a mojar hasta los huesos. El agua te golpea fuertemente pero la sensación de adrenalina supera todos los obstáculos. Por un momento se tiene la sensación de que vas a ser aplastado por esa mole de agua y de roca que forma el cañón.
 
  
Al día siguiente fuimos a ver los sarcófagos de Karajía, que son unas bonitas figuras de cerámica muy bien decoradas en un abrupto cortado. 
 
                                
Después orientados por nuestro simpático y agradable taxista vamos a la cueva de Quiocta, descubierta en 2006 por un pastor en busca de ganado. Es una amplísima y despampanante caverna con varias salas de forma circular, con delicadas y escultóricas estalactitas y estalagmitas, y atravesada en su totalidad por un arroyo que nace en el fondo de la cueva.


Al día siguiente visitamos un pueblito artesano del textil y la cerámica, Huancas, donde hay un fabuloso acantilado con muy buenas vistas.
                                  

Volvemos al hostal a despedirnos de nuestros compis de frontera y de la familia que nos acogió estupendamente, y estuvimos charlando un rato antes de ir al siguiente punto, Kuelap.

Está es una cuidad que tiene una fortaleza con vestigios pre- incas, y que hablando con la maestra de la “escuelita” conocimos que tiene más cosas interesantes para visitar, entre ellas sus gentes. Las ruinas son impresionantes (es conocido como el segundo Machu-Picchu), ya que se estima que vivían unas 10.000 personas y el entorno es inmejorable, se encuentra en la parte alta de una colina a 3095 metros de altitud, rodeada por inmensos abismos que dan lugar a asombrosos valles.




Pero para nosotros lo más gratificante y enriquecedor de la visita a  Kuelap, ha sido relacionarnos con sus habitantes y poder asistir a la escuela para conocer el funcionamiento de un centro educativo en una zona tan aislada y despoblada en una profunda zona rural de Perú. Los niños y profesores están tan contentos e ilusionados como nosotros con la visita. 

Hemos descubierto un poco por fortuna, un poco por indagación, el estupendo altiplano del norte, lleno de cadenas montañosas envueltas en niebla, que guardan secretos de civilizaciones antiguas y enormes extensiones de selva virgen, donde los picos y laderas andinas se extienden infinitamente, pero estas zonas de naturaleza salvaje están conectadas únicamente por tortuosos caminos.

Nos despedimos de esta zona con muy buen sabor de boca, ya que no solo lo natural nos ha fascinado, si no que hemos conocido a muchas personas que están realizando unos maravillosos viajes y a otras autóctonas que sin tener la oportunidad de salir de su entorno, sus vidas son unas increíbles aventuras.

La travesía por Perú continúa.
(Ver más fotos en entrada "FOTOS PARA NUESTROS SEGUIDORES").



4 comentarios:

  1. Q bien se os ve,nos alegramos un monton x vosotros,vaya carros q pillais eh?ahora con las fotos esta d lujo l blog. Nada mandaros fuerza para los malos ratos q ya nos vais contando.x aqui sin muchas novedades ya con frio y agua,lo normal.abrazos d semi,olalla,izan y edurne

    ResponderEliminar
  2. hola chulos:

    estamos muy contentos de que la experiencia os este llenando, que siga asi y que sigais dandonos envidia.un besote de Noa y de Eli

    ResponderEliminar
  3. Joder Pedro, allí donde hay una poza de un río te metes. jejejeje. Donde habrás cogido esa afición!!???
    A la cascada del Gocta,creo que fue el año pasado, cuando fue una expedición para instalarla como barranco y poder descender. Un máquina de mi club estuvo en la expedición y dice que fue espectacular.

    Seguir así, un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Desde Azuqueca con envidia(menos en el cruce de frontera, jejeje) os seguimos y os apoyamos con todo nuestro cariño.
    Un gran abrazo.
    Jose, Yolanda(mamita) y Diego

    ResponderEliminar