sábado, 27 de julio de 2013

VÍDEO ECUADOR

Como indicamos en la anterior entrada, estamos elaborando unos vídeos resumen del viaje para que tengáis acceso a más fotos y sin tener que leer, jajaja. No son muy profesionales pero esperamos que os gusten. Ahí va el enlace:



 Continuaremos...

sábado, 20 de julio de 2013

LA COSTA EN INVIERNO

No escribiamos desde hace tiempo, la rutina y el invierno han sido un poco los culpables, aunque últimamente ya hemos vuelto a las andadas, nos escapamos todo lo que podemos, hemos aprovechado para ir a la costa, coger unos rayitos de sol y disfrutar de largos  paseos por estas inmensas y desérticas playas, y como no, para darnos unos buenos homenajes gastronomicamente hablando, degustando el enorme y barato marisco que nos ofrece el Pacífico.

Gracias una vez más a la generosidad de nuestro jefe Gonzalo que nos volvió a prestar su camioneta, el trayecto en la primera salida  fue muy placentero, parando a observar cuando queríamos los bellos paisajes que atravesamos. Pronto llegamos a las cercanas localidades de Iloca y Duao, dos pequeños pueblos pesqueros donde todavía pueden apreciarse tradiciones, pescadores faenando a pie de playa y las gentes del pueblo vendiendo los frescos pescados  y mariscos recién capturados. Aunque ya estuvimos por aquí en verano, ahora con menos gente hemos disfrutado más. 

Plaza de  Curepto.
Vacas pastando a la orilla del meandro del río Mataquitos.
La solitaria playa de Iloca.
Sobrevolando el Pacífico.
!Qué mal nos cuidamos!
Típicas empanadas de marisco y camarón-queso.
Llegando de faenar ante la atenta mirada de los pelícanos.
La diversidad de color en la aldea de Duao.
Atardecer I.
Atardecer II.
Atardecer III.

El Tsunami de 2010 se llevó estas playas y ahora las casas están casi encima del mar, prueba de ello es la cabaña que alquilamos, que por la noche la marea subió hasta los pies de la terraza; es intimidatorio el ruido que provoca el océano en el silencio de la noche al romper las olas en la orilla, más sabiendo lo que sucedió aquí no hace tanto tiempo, pero a la vez es un gustazo poder percibir el enorme y virulento Pacifico desde la cama o comiendo en la terraza, sintiendo las gotas de agua que desprende la brisa marina.

Nuestra cabaña a orillas del mar.
Disfrutando del buen día.

¿Cuál soy?
"El árbol del descanso".
Restaurante con buenas vistas.
En domingo la faena no se detiene.
Volviendo a casa.
El siguiente fin de semana fue un puente de 4 días y aunque a última hora se nos truncó la salida que teníamos prevista a unos Parque Nacionales hacia el sur, no nos quedamos en casa, si no que "al tiro" cambiamos el itinerario, un poco al norte y a la costa, a Pichilemu, un pueblo muy turístico y la cuna del surf chileno. Fue todo un acierto, porque el tiempo casi veraniego a pesar de estar en pleno invierno, nos acompañó durante toda la estancia.

Nada más llegar y después de instalarnos, nos dirigimos al Castillo de Ross, ahora convertido en un activo centro cultural dirigido por una española y coincidió que había una exposición de pintura y otra de escultura y fotografía presentadas por los propios artistas. El centro también alberga la oficina de turismo, donde conseguimos información para poder explorar los alrededores.

Castillo de Ross.
A la mañana siguiente sorprendidos por el cambio de clima respecto a Talca, decidimos caminar hacia el norte por la gigantesca y solitaria playa, bordeada por lagunas, dunas, pequeños bosques y acantilados repletos de pinos. Pasamos el día tranquilamente, jugando a los dados, corriendo, leyendo y saboreando nuestro picnic a la orilla del mar y completamente solos.

Paseando hacia el norte.
Solo nuestras pisadas.

Cayendo el sol en Pichilemu.

Ojalá algún día pueda comprobarlo.

El lunes, hicimos la ruta que nos propusieron en la oficina de información, que da una vuelta circular, ida por la costa y  el regreso por el interior. Como el recorrido completo eran unos 50 Kms. aproximadamente, a ratos tuvimos que volver a nuestro transporte habitual en Chile, el "dedo". 

Comenzamos en el Parque de palmeras de Pichilemu, con sus excelentes vistas al mar, seguimos caminando por la costa, por la playa las Terrazas, el saliente rocoso de La Puntilla y la Playa La Caletilla, ahí decidimos intentar hacer autostop y nos cogieron al primer intento, nos acercaron hasta La Punta de Lobos, un espectacular acantilado que sirve de "mirador" a la preciosa costa y a la multitud de surferos que desafían a las enormes olas que se dan en este lugar.

Desafiando a las olas en la playa La Caletilla.
Practicando "surf" en La Punta de Lobos.
Este sí que sí.
"Intentando coger ola".
Seguimos caminando y otra vez en la carretera nos llevaron hasta el pueblo de Cahuil, donde comienza una kilométrica laguna que en verano se vuelve blanca debido a la cantidad de sal que ahí se acumula y que ahora alberga multitud de aves, entre otras los llamativos cisnes de cuello negro. Remontando la laguna hacia el interior llegamos a las tranquilas aldeas de Barrancas y La Villa, posteriormente volvimos a avanzar en vehículo hasta pueblo artesano de Pañul y desde aquí, en medio de la nada, emprendimos una gran caminata hasta El Molino, lugar que como su nombre indica, posee un molino de agua de 1904 que todavía es utilizado por la familia fundadora, pero para nuestra desgracia el señor se encontraba enfermo y no pudimos ver su actividad.

Intentamos hacer la vuelta con la máxima celeridad, ya que la pista con más movimiento estaba bastante lejos y queríamos llegar a Pichilemu antes que anocheciese. Lo conseguimos e hicimos todo el recorrido con una familia de 4 personas de 4 generaciones diferentes (aquí es común).


El Molino de 1904.

Para cerrar el día, un bello anochecer y una cena suculenta y exquisita, el marisco que compramos por la mañana nos quedó delicioso.
Atardecer con un sol enorme.

Una buena mariscada para cerrar el día.

El último día, como teníamos que partir después de comer, aprovechamos la mañana de nuevo en la playa. 

La llegada a Talca fue dolorosa, otra vez al frío invierno.

Ya queda menos para nuestra primavera, seguiremos contando nuestras aventuras. Además estamos elaborando unos vídeos del viaje, esperemos que os gusten.

Disfrutad el veranito.